miércoles, 4 de noviembre de 2009

4 de Noviembre

Hoy el trabajo en clase ha versado sobre las características que están adquiriendo las nuevas bibliotecas, tanto universitarias como públicas, y se nos ha pedido que trabajemos sobre una que conozcamos. Desgraciadamente, debido a la escasez de tiempo, y, más que nada, a mi ignorancia, he tenido que centrarme en una de las pocas bibliotecas que conozco: la de la UPO. Tengo que alegar a mi favor que sí que otrora he usado otras bibliotecas, tanto universitarias como públicas, pero eso debió ser prácticamente en otra vida y, al no ser de Sevilla, trato de centrarme un poco en las posibilidades que me da mi Universidad. Así que siento muchísimo no poder hablar un poco de otros lugares, pero estoy segura de que esa información estaría más basada en mi memoria que en la realidad actual.

La biblioteca de la UPO es una biblioteca moderna, con gran cantidad de recursos digitales, con un área de estudio enorme y diáfana, generosamente iluminada, y dispuesta entre los estantes de la gran cantidad de libros y recursos tanto de hemeroteca como digitales. El edificio sigue un tanto la estructura del conjunto universitario, pero da la impresión de ser algo más moderno y a veces se tiene la impresión de estar en un inmenso mamotreto de cemento. No obstante, y a pesar de las obras que estamos sufriendo y que minan el silencio que debería reinar en esos lares, el lugar es bastante propio para el estudio, y se ajusta totalmente a mi ideal de lugar para estudiar: mesas amplias, sillas no demasiado cómodas, accesos a internet vía WIFI e incluso por cable (si no se tiene wifi, aunque hoy día lo dudo), ordenadores tanto de consulta como de trabajo etc. La luminosidad es, bajo mi punto de vista, perfecta, cosa bastante de agradecer.

Lo más destacable de la biblioteca es el acceso a los catálogos digitales, aunque, quizás por desconocimiento, o quizás por inexperiencia, poco se usan habitualmente, al igual que la hemeroteca.

Se cuenta con mediateca, hemeroteca, salas de trabajo en grupo, área para investigadores, servicio de reprografía, puestos de audiovisuales y de reproducción de microformas, servicio de préstamos de portátiles, etc.

Lo que sí que se echa en falta es tener un área de esparcimiento en la que poder descansar durante el estudio: apenas se cuenta con unas máquinas expendedoras en el hall y poco más. Para disfrutar de un ratito de descanso hay que salir fuera, cosa que no apetece mucho, y ¡más en verano o invierno!

Por otro lado, y como último comentario, indicar que el horario de la biblioteca es de 8:39 a 21h de lunes a viernes, con lo que el horario es más que restrictivo para una serie de alumnos, que, como yo, tenemos que trabajar por las mañanas para acudir clase por las tardes.

En resumen: las posibilidades de la biblioteca de la UPO son tremendos, pero aún falta algo muy importante: el factor y el toque humano, ya que en lo que se falla es en el bienestar del usuario y en la escasez de personal (y seguramente de presupuesto) para poder abrir durante más horas al día y más días a la semana.

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