martes, 27 de octubre de 2009

Biblioteca de la Academia de Infantería de Toledo

Esta semana, por motivos de trabajo, no estoy en Sevilla, sino en Toledo, donde he tenido la oportunidad de visitar la biblioteca de la Academina de Infantería de Toledo. Para quien no conozca dicha Academia, he de decir que es una auténtica joya tanto arquitectónica como en inmuebles.

Por casualidad, y, por hacer tiempo, entré en la biblioteca, que está muy cerca de la cafetería de oficiales. Y cuál fue mi sorpresa me encontré con una fantástica biblioteca con unos 37.000 ejemplares, en unas salas increíblemente cuidadas y ordenadas. La codificación de los libros de la biblioteca se está haciendo, desde hace unos meses, mediante el CDU: hay un soldado encargado de la biblioteca que ha estudiando Biblioteconomía y está revoluciando las salas. Los libros se encuentran en estanterías centenarias, se consultan en grandes mesas de caoba y son iluminados por lámparas colgantes al más puro estilo de principios de siglo. Al cruzar el umbral de la puerta, parece que cruzas también el marco de una máquina del tiempo.

En fin, que mañana no iré a clase pero he pasado unas horas en un lugar maravilloso donde estoy segura voy a volver para disfrutar un buen rato de todos esos libros que están deseando ser admirados.
¡Y qué decir de los libros que allí descansan!Encontramos prácticamente de todo: desde noveles hasta libros muy especializados en Historia Militar. Datos curiosos son ver libros que padecieron los ataques del Alcázar: cuando se acabaron los sacos de arena, los libros sirvieron de parapeto para los defensores, a los que se decía "viniesen al Alcázar con una escopeta y un libro". Y ahí hay libros tiroteados de todas formas, tamaños y colores. Pero no todo son libros de la Guerra Civil: tenemos varios facsímiles, entre ellos, una copia del libro de D. Sancho, del s. VIII. Pero no todo queda ahí: también podemos disfrutar de toda una sala dedicada al General Prim, y que comprende desde su uniforme como ayudante de cámara del rey Alfonso XIII, pasando por su bastón de mando (con el que murió), y una colección de cartas y documentos personales, entre los cuales está incluso una carta ofreciéndole a Espartero reinar en España.

viernes, 23 de octubre de 2009

Nuevas tendencias en bibliotecas



Internet ha cambiado el mundo. No sé si a mejor o a peor, pero lo que sí que es evidente es que ha revolucionado los sistemas de comunicación.



En el mundo de las bibliotecas, han pasado de ser dispensarios de libros y revistas a ser auténticas aglutinadoras de saber, donde los usuarios interactúan e incluso contribuyen al enriquecimiento de los fondos. Y todos gracias al ciberespacio: a las web 2.0. Mediante estas webs tenemos la posibilidad de expresar aficiones mediante blogs, comunicarnos con nuestros amigos y conocidos a través de plataformas sociales, mantenernos al tanto al instante de cuantas noticias sucedan en el mundo y a las que estemos suscritos, participar en la compilación de información mediante wikis, hablar con alguien mediante mensajería instantánea etc.


La Web 2.0 constituye una nueva forma de relacionarse, de compartir, de participar en el conocimiento contribuyendo activamente en él. Y las Bibliotecas 2.0, fruto de la aplicación de estas nuevas tecnologías al mundo de las bibliotecas, da la opción de que el usuario se convierta en colaborador, de que interaccione con los diversos recursos y que se divierta aprendiendo y aportando.


Y todo esto es lo que se explica en este magnífico vídeo, fruto de una ponencia en la Feria del Libro de Sevilla, a cargo de Dídac Margaix.


Todo parece idílico: usuarios que se convierten en colaboradores motivados, universalización del saber, acceso desde cualquier lugar al conocimiento…pero, ¿qué pasará cuando todo este conocimiento sea restringido? Se digitalizan datos, se contribuye, pero, ¿y ciertos derechos de autor?(Como ya ha ocurrido en el Centro de Documentación Musical de Andalucía) ¿Y cuando los proveedores de estos servicios decidan privatizarlos?¿Serán todos los usuarios conscientes de que no todo lo que aparece en la red es fiable y válido como documento científico, por ejemplo?¿Y si “se cae” la red? Por otro lado, hay usuarios que quizás sean reacios a estas tecnologías, ¿desaparecerán las bibliotecas tradicionales?


Me encantan las comodidades de las nuevas tecnologías, pero no puedo evitar continuar siendo algo escéptica. ¡Qué remedio, no nací en una época de cultura digital y no sé si mis esquemas cognitivos me dejarán ponerme al día!

miércoles, 21 de octubre de 2009

El inicio del Otoño

El otoño ya había avisado, pero no pensó quedarse definitivamente hasta ayer. Y con él comenzaron las tareas de las clases, los ensayos, los trabajos, las búsquedas bibliográficas y todo lo que un Universitario del s. XXI tiene que hacer. (Aún me sorprenden muchísimo las nuevas tecnologías). Por ejemplo, he de ir a la biblioteca de la UPO a hacer una búsqueda bibliográfica con el CDU para Patrimonio Musical, cosa que supongo me servirá bastante para familiarizarme más con tan destartalado y frío edificio.

Bueno, mejor hablo de la asignatura porque una llega con ganas de hablar y no para. Hoy no hemos podido entrar en el aula de informática, así que me he traído los deberes a casa y en ello ando. Para comenzar, he comenzado viendo el vídeo The Library as a Universe, y he de decir que me ha encantado. No sólo por la idea, que me parece fresca, joven, original, pertinente y sobre todo útil, sino que me ha dado una nueva visión de lo que podría ser un espacio tan subestimado como es una biblioteca (otra vez comienzo a repetir la palabra biblioteca hasta la saciedad). Espacios para consultar internet, para escuchar y mezclar música, sillones para descansar...en definitiva, un nuevo ambiente para unas instalaciones que no tienen por qué estar llenas de libros viejos cargados de polvo, lo que da una idea de la cultura de un pueblo. Sencillamente genial, y aún más que se haya puesto en marcha un proyecto así. He continuado con  The Children's Interactive Library. Otra "pasada": es evidente que las bibliotecas dejar de ser meros sitios donde leer o pedir prestado libros y revistas, ahora son auténticos museos (si se me permite la palabra) de conocimiento donde los niños experimientan con las últimas tecnologías incluso usando su propio cuerpo de manera totalmente novedosa e interactiva. La biblioteca es ahora un espacio divertido lleno de cosas por descubrir y con una amplitud de espacios y coloridos increíbles. Y, por supuesto, totalmente informatizada. Y, por último, he visionado el vídeo Prototyping the Future y Unleash The Users, donde la biblioteca pasa a ser un espacio moderno con varias secciones: Literatura, Música (con instrumentos y conciertos, en un concepto parecido al del primer vídeo), Exhibiciones, La Plaza y Noticias (ésta última parte me ha impresionado especialmente: ¡se pueden ver noticias de diversos países en pantallas gigantes!).

Es increíble ver cómo avanza todo, cómo las bibliotecas, las formas de de aprender y de enseñar, las formas de acceder a la información, son cada vez más interactivas, más didácticas, más "apetecibles". Con estas bibliotecas tan increíbles es normal que los jóvenes las vean como un lugar apetecible donde pasar el tiempo, algo que se contrapone completamente con la idea de lugar aburrido y obsoleto que teníamos hasta ahora.

lunes, 19 de octubre de 2009

Pensando...

Hay un anuncio en televisión que viene a decir que el mundo se está mecanizando y que hace falta un poco de mano humana en estos tiempos tan tecnológicos. Y creo que tienen razón. No es que yo sea una "pureta" ni mucho menos; reconozco los beneficios de la digitalización e informática. Claro que sí. Pero me doy cuenta de que el mundo, poco a poco, se va haciendo quizás un poco más etéreo, más ajeno, más irreal, más distante, más frío, más impersonal.

Hasta el año pasado, cuando aún no estaban instaladas las máquinas de autopréstamo y devolución de la biblioteca de nuestra universidad y solía ir a coger un libro, siempre charlaba un poco con los bibliotecarios del mostrador, especialmente con una chica que es de Asturias. (Recuerdo una maravillosa conversación sobre bollos preñaos y pastel de cabracho). Quizás sea una tontería pero, para alguien como yo, que vive sola (¡y por muchos años!), muchas veces, ése ratillo charlando constituía mi único "contacto humano lúdico" del día, especialmente en época de exámenes.

Entiendo que el mundo está cambiando, que evolucionamos, como dirían los ilustrados, "hacia algo necesariamente mejor". Pero no me quito de la cabeza un planteamiento que nos hizo en clase el profesor de Historia Contemporánea de España: "¿Las revoluciones tecnológicas no han dado realmente un mundo mejor o serías más felices con más una vida más sencilla?"

jueves, 15 de octubre de 2009

Visita a la Biblioteca de la UPO

Con este título tan original comienzo mi bitácora sobre esta tarde: el calor arreciaba y cada día se hace más complicado acceder a ciertas partes de la Universidad, que, cómo no, resultan ser las que hemos de utilizar. Entre vallas de obra, pudimos acceder a la puerta principal de la biblioteca, donde nos esperaba David y no hacía menos calor que fuera muy a nuestro pesar. David trabaja en la biblioteca de nuestra universidad y ha sido el que nos ha enseñado, no sin esfuerzo, un poco sobre el funcionamiento. La verdad es que nunca me había planteado cómo funcionaba una biblioteca (dios mío, ¿cuántas veces he puesto ya biblioteca en este post?). Simplemente me acercaba a buscar un libro, lo pedía prestado y me iba. ¡Pero hay un mundo tras eso! Ya decía yo que todos esos tejuelos no estaban ahí para amargarme la vida, tenían que tener una lógica. Y en realidad la tienen, sólo que bastante más complicada de lo que mi imaginación había presumido.

Pues bien, los libros nuevos que llegan lo hacen por diversas vías: por sugerencias de los alumnos y de los profesores, o bien como donaciones. En cualquier caso, el primer paso, cuando se adquieren, es repasar el albarán del pedido para evitar sorpresas indeseables de que no estén todos los que son ni sean todos los que estén. David nos comentó que suelen intentar colarles ediciones un tanto opsoletas, o libros que no han sido realmente los que han pedido. Tras esto, se procede a almacenar los libros por materias hasta que puedan ser clasificados. De la estantaría de almacenamiento (donde los libros que son donados y no tienen tanto interés como otros yacen más de lo que quisieran por falta de personal y tiempo), se pasa al proceso de catalogación, donde se los clasifica físicamente y también en cuanto a su contenido: número de páginas, formato, autor, materia, sinopsis etc etc. A través de esa clasificación podemos realizar las tan apreciadas búsquedas más tarde a través de nuestra página de la biblioteca virtual. Cada materia tiene un número, y luego se coloca en la contraportada y en el tejuelo las tanto estos números como las tres primeras letras del apellido del autor, que, como he dicho, serán reclamados como criterios de búsqueda en la web. Me ha parecido curiosísimo el modo de catalogación: nos han enseñado "tochos" inmensos sobre métodos para hacerlo, y resulta que el método ha de ser universal, con el fin de que el libro pueda aparecer en las búsquedas de otras bibliotecas etc. Interesantísimo, amén de un mundo aparte del que, hasta esta tarde, he sido totalmente ajena.

Una vez el libro ha sido catalogado, se pasa a insertarle una serie de dispositivos de seguridad en los que, al parecer, se está innovando bastante: ahora se están implantando una serie de pegatinas con un chip que contiene toda la información de la catalogación y también sirven como dispositivo de seguridad con el fin de evitar hurtos. Según nos ha contado David, a veces, cuando se pierde un libro, tardaban días en encontrarlo.Ahora, con el dispositivo electrónica, pueden escanear los libros mediante una "pistola" magnética y, en cuanto rastree la zona y lo puede detectar, facilitando en gran medida la labor del bibliotecario.

También se nos han explicado los esfuerzos que se están haciendo para llevar a cabo la automatización de ciertos servicios como por ejemplo los de préstamos, devoluciones, reservas de libros, valoraciones, etc, así como las mejoras que se están realizando en la página web de la bibioteca y que cada vez permiten más aplicaciones.

Y, por último, se nos ha hablado un poco de los proyectos de la biblioteca en cuanto a préstamos compartidos con otras universidades, forma de obtener artículos científicos que no están a disposición del fondo de la biblioteca en principio e incluso de la forma de catalogar revistas. (Si la catalogación de libros era un universos parelelo, éste es ya indescriptible).

Bueno, y eso  es todo. Tras una hora y poco hemos acabado y yo he entrado en la biblioteca para coger un par de libros que necesito para mi próximo trabajo. Eso sí, he mirado en la página web para buscar las referencias y he buscado en las estanterías con otros ojos, pues algo tan sencillo resulta ser una labor laberíntica y ardua que, casi nunca, está reconocida.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El primer post

¡Hola a tod@s!
Aquí empieza la andadura de este blog, que nace con el objetivo de aprender algo más sobre Biblioteconomía durante este cuatrimestre. Los comienzos han sido algo difíciles porque la página de blogger da errores y no me permite, por ejemplo, el empleo de la edición de archivos ni la aparición de elementos emergentes, ni la adición de gadgets. Supongo que es cosa del ordenador porque algunos de mis compañeros sí que han podido. Claro que otros no, y hemos rotado por varios ordenadores sin éxito alguno, hasta que al fin a una compañera se le ha ocurrido usar mozilla en vez del explorer y muchos de los errores han desaparecido. Qué curioso es el mundo éste de internet...