Esta semana, por motivos de trabajo, no estoy en Sevilla, sino en Toledo, donde he tenido la oportunidad de visitar la biblioteca de la Academina de Infantería de Toledo. Para quien no conozca dicha Academia, he de decir que es una auténtica joya tanto arquitectónica como en inmuebles.
Por casualidad, y, por hacer tiempo, entré en la biblioteca, que está muy cerca de la cafetería de oficiales. Y cuál fue mi sorpresa me encontré con una fantástica biblioteca con unos 37.000 ejemplares, en unas salas increíblemente cuidadas y ordenadas. La codificación de los libros de la biblioteca se está haciendo, desde hace unos meses, mediante el CDU: hay un soldado encargado de la biblioteca que ha estudiando Biblioteconomía y está revoluciando las salas. Los libros se encuentran en estanterías centenarias, se consultan en grandes mesas de caoba y son iluminados por lámparas colgantes al más puro estilo de principios de siglo. Al cruzar el umbral de la puerta, parece que cruzas también el marco de una máquina del tiempo.
En fin, que mañana no iré a clase pero he pasado unas horas en un lugar maravilloso donde estoy segura voy a volver para disfrutar un buen rato de todos esos libros que están deseando ser admirados.
¡Y qué decir de los libros que allí descansan!Encontramos prácticamente de todo: desde noveles hasta libros muy especializados en Historia Militar. Datos curiosos son ver libros que padecieron los ataques del Alcázar: cuando se acabaron los sacos de arena, los libros sirvieron de parapeto para los defensores, a los que se decía "viniesen al Alcázar con una escopeta y un libro". Y ahí hay libros tiroteados de todas formas, tamaños y colores. Pero no todo son libros de la Guerra Civil: tenemos varios facsímiles, entre ellos, una copia del libro de D. Sancho, del s. VIII. Pero no todo queda ahí: también podemos disfrutar de toda una sala dedicada al General Prim, y que comprende desde su uniforme como ayudante de cámara del rey Alfonso XIII, pasando por su bastón de mando (con el que murió), y una colección de cartas y documentos personales, entre los cuales está incluso una carta ofreciéndole a Espartero reinar en España.